¡Buenas tardes!
Ayer fue mi primer día del taller de costura y ya aprendí varias cositas 🙂
Cuando entré me pareció un sitio muy acogedor y un paraíso. Había un montón de máquinas de coser, de maniquíes y proyectos realizados por otras alumnas. La decoración estaba hecha a base de carretes de hilos y objetos relacionados con la costura y me puse a soñar en tener algún día un sitio así para mí.
La clase comenzó con unos conceptos básicos que yo ya conocía, pero siempre se aprende algún detalle de cómo hacer las cosas de manera más fácil. Por ejemplo, para sacar hacia arriba el hilo de la canilla de la máquina, yo giraba a lo loco el volante y tardaba mucho en sacarlo. Pues aprendí que con girarlo sólo un poco hacía mí, ya se conseguía sacar. Así que anoté mentalmente: «El volante siempre se gira hacía mí». Esto es útil saberlo también cuando terminas de coser y la aguja sigue clavada en la tela. A mí me pasaba que giraba hacia atrás el volante y cuando sacaba la tela me daba un tirón o se me enredaba algún hilo. Es lo que tiene ser una ansiosa y querer aprender rápido xD
Estuvimos cosiendo sobre una plantilla con líneas rectas, curvas, círculos… Cuando nos entregó la plantilla pensé: «Buah, esto lo tengo controlado, pero vamos a hacerlo». Resultó que no lo tenía tan controlado, y fui consciente haciendo las rectas, así que imaginaos cómo me fue en las curvas… Nunca se tiene todo controlado y ayer pequé de listilla. En este punto aprendí otro truco que nos dio la profesora. Para hacer curvas, se pueden hacer de forma manual girando el volante (hacia mí siempre xD) y moviendo poco a poco la tela. Un truco para que los proyectos con curvas queden de 10.
A continuación pasamos a coser en tela. Hicimos unas pruebas cosiendo en recto sin guía y no me fue nada mal. Lo siguiente fue sobrehilar la tela. ¡Qué gran descubrimiento para mí! Las que sabéis del tema ya sabéis para lo que sirve, pero para las que no lo sepáis os lo cuento. Es un zig zag que se hace en el borde de la tela para que no se deshilache. Es un truco fantástico, ya que yo he cosido cosas que han acabado abriéndose por las costuras porque se habían deshilachado.
Después nos enseñó a hacer dobladillos. Yo ya había hecho alguno, pero muy casero y sin mirar medidas ni ná’, ¿pa’ qué? Aunque el resultado no era muy desastroso, hay que perfeccionar la técnica si quieres ser una buena modista! La historia es marcar con alfileres la medida que queremos que tenga el pantalón, la falda o lo que queremos arreglar, y a partir de esa medida, poner alfileres a 2,5 cm, que es la parte que vamos a doblar y coser. De ahí para abajo se corta el sobrante, porque si damos muchas vueltas nos queda muy gordo. Y el siguiente paso pues ya sabéis, doblar dos veces hasta la medida que queremos de la prenda, hilvanar (yo por lo menos sí que tengo que hilvanar, que soy muy novata xD) y coser. Fácil, ¿no?
Lo último que hicimos fue aprender a coser cremalleras. Yo ya sabía porque había cosido algunas, pero como he dicho al principio, siempre se aprenden maneras de hacerlo más fácil y con un resultado más impecable. Para mí hilvanar es primordial de momento, ya que no tengo la soltura de coser sin que se me descuajeringue todo. Así que es enfrentar el derecho de la cremallera con el derecho de la tela, primero un lado y luego el otro, se hilvana y se cose. Ayer no lo hice así, sujeté la cremallera con la tela con alfileres. Por cierto, otro truco que aprendí fue a colocar bien los alfileres para que no molesten al coser. El «maravilloso» truco es poner la cabeza del alfiler hacia tí para quitarlo con facilidad según vas cosiendo. Seguro que muchas pensaréis: «Eso es obvio». Para mi no, ¿vale? xDDD
Otro maravilloso descubrimiento para mí en el mundo de las cremalleras fue conocer el prensatelas especial. Yo ya había oído hablar de él, pero no hice caso porque yo ya había cosido cremalleras sin él. Pero ayer me dí cuenta de lo cómodo e importante que es. Importante porque ahorras en agujas, ya que yo ya me había cargado alguna que otra… Y cómodo por lo que ya sabéis, puedes coser tranquilamente la cremallera sin miedo a pisar el carril y que la aguja te salte un ojo…
En general me he quedado muy contenta con mi primer día, he aprendido un montón de cositas y detalles que harán que mis trabajos queden impecables en un futuro (espero que no muy lejano). El próximo día va a ser muyyyyy interesante, ya que voy a empezar a hacer mi primera falda fruncida, así que ya os contaré qué tal mi experiencia. ¡Qué nervios! 😀
Espero que os haya gustado y nos vemos en el próximo post. ¡Besitos! ❤
Me alegro mucho de que estés disfrutando tanto de las clases y de que estés aprendiendo muchísimas cosas. Impaciente por leer más 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona