¡Buenas tardes!
Ya os habíais asustado, ¿eh? Jeje. Pues no, me he propuesto firmemente dedicaros más tiempo, así que ya estoy por aquí.
Antes de continuar con mi odisea, quiero avanzaros algunas cosas. Más bien, poneros en alerta, porque aún no quiero desvelar nada…
Por un lado, voy a ampliar contenido en el blog, es decir, otra forma de compartir cosas con vosotr@s… Creo que es una pista, pero bueno, os dejo con el intríngulis jijiji
Y por otro lado, un proyecto que me hace mucha ilusión, una colaboración con una web que me encanta… Todo está casi preparado, pero hasta que no tenga nada en firme, no quiero contaros nada. ¡Qué mala soy! XD
Pero bueno, vamos a lo que vamos, ya habrá tiempo de cháchara 🙂
En el capítulo anterior, me quedé en el momento en que me frustré y guardé todo, ¿no? Qué disgustos me llevo yo sola…
Como os dije, mi cabezonería me hizo encontrar una solución. Navegué por internet en busca de ideas, y di con la solución (aunque pensándolo bien, era fácil llegar a esa conclusión…). La solución era hacer la falda con tablas en lugar de con pliegues. Iba a conseguir el efecto que quería, que quedara pomposita y me diera un poco de volumen en las caderas.

Así que me puse a ello. Realmente, el arreglo era sencillo. Una vez que sabes hacer pliegues, las tablas salen solas. Las tablas se hacen con pliegues, sólo que uniéndolos. A ver si me explico bien. Haces un pliegue hacia dentro y otro hacia fuera, y así se forma la tabla. En la web he encontrado un par de gráficos de la mano del blog de menchuhiloyaguja, ahí tenéis el enlace por si lo queréis visitar, ¡es muy completito!
Creo que en los gráficos se ve muy clarito, ¿verdad? Pues nada, ahora ¡a plegar!
Quienes me conocéis, sabéis lo que me suele pasar. Para quien no, os lo cuento: Soy muy ansiosa, quiero terminar pronto las cosas, y me olvido de hacer fotos de los procesos… Lo siento 😦
Pero bueno, creo que os lo podéis imaginar más o menos ¿no? En el capítulo anterior podéis ver cómo hago los pliegues, así que sólo hay que ir enfrentándolos como en el gráfico. Sé que sois muy list@s y que lo entenderéis 🙂
No voy a poner foto de cómo quedó porque quiero que la veáis ya acabada con todos sus detalles, sólo os pongo un trozo de la parte de atrás…

Y hablando de detalles… Tras hacer las tablas, toca fijar la cremallera invisible (que tenía hilvanada ya), colocar la cinturilla y poner los botoncitos para cerrarla.
¿A alguien le da miedo poner cremalleras invisibles? Pues os digo desde ya que no os preocupéis. Yo, que soy un poco patosa, le perdí el miedo enseguida, en la primera cremallera que cosí. No es para tanto, sólo tenéis que seguir los pasos del vídeo que os pongo a continuación. Ya veréis qué fácil. Pinchad en el enlace y ya me contaréis 😉
Después de coser la cremallera invisible, me puse con los botones. Sí, tengo aventuras de novata con los botones… Evidentemente, quería que fueran de la misma tela de la falda, así que encontré una mercería donde los forraban. Hasta ahí bien… Lo ridículo fue que llevé mis propios botones para que me los forraran… ¡Qué vergüenza! XD
Tendríais que haber visto al hombre mirándome con cara de… «esto no funciona así, bonita» jajajaja! En fin, que pasé mucha vergüenza, pero aprendí algo nuevo. Todo tiene su lado bueno ¿no?
El caso es que quedaron muy bonitos. Pero claro, poner botones, significaba hacer presillas… Otra cosa más con la que no había contado. En fin, que gracias a Youtube, encontré otro tutorial para hacer presillas. Elegí las de hilo, que por un lado, son más fáciles (a mi parecer) y, por otro, me resultaba más fino, se ven menos. Podéis ver este tutorial si os interesa.
El detalle del resultado sí os lo enseño jeje
Si os fijáis en la foto, podéis observar que la falda lleva forro. Y diréis: «Claro, ¿y qué?». Pues de claro nada, que ni me acordé del forro y lo puse casi al final… Qué desastre XD
Por suerte me las apañé para no tener que desmontar toda la falda y pude colocarlo en condiciones. Un contratiempo más…
Lo de la cinturilla fue otra historia también. Tuve problemas con el ancho y con el largo, cómo no. La primera que hice (sí, la primera de tres…) me quedó demasiado ancha. Eso parecía yo que sé qué. La segunda, se me quedó corta de contorno (aún me pregunto qué hice mal XD ), pero a la tercera, llegó la vencida. Como os podéis imaginar, con tanto problema, tampoco hice fotos del proceso… Pero para no dejaros con la duda, os dejo un tutorial muy chulo de Oh! Mother Mine DIY. Ahí explica a la perfección cómo hacer la cinturilla, cómo coserla… Además está dentro de un tutorial para hacer una falda de tablas, así que lo tenéis todito.
Y hasta aquí la aventura de la falda… Bufff! ¡Qué sudores! Menos mal que ya sólo quedaba hacer el bajo y estaría terminada.
Pero ahora tocaba hacer la blusa… Ahí sí que sí jajaja. Tenía miedo desde que compré la tela, no os digo más.
Había que buscar patrón y empezar a modificarlo… pero eso, ya sabéis, ¡en el próximo capítulo! 😉
Espero que os haya gustado/divertido/entretenido y/o resultado útil.
¡Besitos! ❤
jejejejeje, como disfruto viendote sudar, que malíiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiisima soy
Besinos
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Jajajajaja qué bichejo eres Carmen. Pero gracias por estar siempre ahí, mil besoooooos!! 😘😘😘😘😘
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